El otro lado de… Francisco de Goya, historia de arte y misoginia.
Goya, el artista, fue un pintor español considerado uno de los grandes maestros de la pintura de su país y “El padre del Arte Moderno”. Marcado por la obra de Velázquez, habría de influir, a su vez, en Edouard Manet, Pablo Picasso y gran parte de la pintura contemporánea. Formado en un ambiente artístico rococó, evolucionó a un estilo personal y creó obras que, como la famosa “El 3 de mayo de 1808”, “Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío” (1814, Museo del Prado, Madrid) y “Caprichos”, siguen causando, hoy día, el mismo impacto que en el momento en que fueron realizadas.
Como artista del pincel gustaba podemos ver cómo en los grabados de Goya predominan en muchas ocasiones la oscuridad o el mundo nocturno del que surgen seres diabólicos y grotescos, tales como las alcahuetas, las brujas, los demonios, etc. Esto será sin duda un parteaguas para exhibir el otro lado de su turbada personalidad.
Hay representaciones artísticas que denigran e infravaloran a la mujer y que a veces pasamos desapercibidas. Tal es el caso de la obra de Goya, donde indudablemente la misoginia se hace presente, este es el ingrediente que sazona muy bien el lado oscuro de su vida. Es evidente el desprecio con el que caracteriza a la mujer en muchos de sus grabados.
Las pocas i
mágenes reproducidas bastan para demostrar que Francisco de Goya elige un aspecto poco halagüeño para la representación de la mujer, está viene a ser la mala de las historias que elige representar, la que pervierte a la humanidad por coqueta, la que solo sirve como esposa sumisa y como nana para el cuidado de los críos, la que incluso hace gala de mucha perversión cuando maltrata el hombre físicamente.
Señala Blas Benito, experto en el tema, “como producto cultural de su época resulta incuestionable su influencia de la literatura española, la caricatura europea y el arte y lenguaje populares”; pero, así mismo nos deja saber que una cosa son las referencias culturales y otra el producto de la selección y interpretación de las mismas.
De lo anterior podemos inferir que lo goyesco reside en la actitud pesimista del autor, dada no solo por la melancolía a la que tendía desde el nacimiento (esto se retoma constantemente en sus biografías), sino por las enfermedades que lo aquejaron, incluida la sordera. El aislamiento social que llevo durante el final de sus días, contribuyó enormemente a acentuar su misantropía.
En su obra “Caprichos”, queda de manifiesto nuevamente la burla y el desprecio hacia con la mujer. En los comentarios escritos en las láminas que preceden a la imagen insiste en el mal comportamiento de la mujer, además de que la cantidad de imágenes destinadas al asunto femenino, su composición y desarrollo evidencian la atención puesto en lo malo y no en lo bueno de las mujeres.
Sin duda alguna Goya fue un artista brillante e innovador en su época, pero como muchos de nosotros, tiene una cara desconocida que muy pocas veces se expone a la luz.
Lo verdaderamente importante es darnos cuenta de cómo un tema tan atroz permanece tan vigente. En la actualidad, época en la que los estudios sobre la mujer están en auge, un tema desgraciadamente muy habitual es la violencia de género. Violencia que se encuentra inmersa en diversos ámbitos del quehacer cotidiano y que como hemos visto también se refleja en las obras artísticas desde el siglo XVI.
Espero sus comentarios compañeros y les anexo unos links para que vean la obra de Francisco de Goya y juzguen ustedes mismos:
Referencias bibliográficas
Anderson, B. y Zinsser, J. (2007): Historia de las mujeres. Crítica, Barcelona.
Hagen, Rose y Rainer (2007): Los secretos de las obras de arte. Taschen, Madrid.
Mayayo, P. (2003): Historias de mujeres, historias del arte. Ensayos de arte, Madrid
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